Los trastornos de la personalidad son un conjunto de perturbaciones o anormalidades que se dan tanto en las dimensiones emocionales y afectivas como en las relaciones sociales del individuo.
Las personas diagnosticadas con un trastorno de la personalidad pueden tener alteraciones en la cognición, la emotividad, el funcionamiento interpersonal o en el control de impulsos.
Estos comportamientos anormales por lo general involucran varias áreas de la personalidad, y casi siempre se asocia con perturbaciones significativas en la esfera personal y social. Además, este tipo de comportamiento pueden conducir a problemas personales y alteraciones tales como ansiedad extrema, angustia o depresión.
Algunas personas con el trastorno de la personalidad pueden llegar a tener síntomas graves, lo que requiere de unos cuidados intensivos, llegando incluso a la hospitalización. Otras pueden necesitar tratamientos ambulatorios, pero sin llegar al extremo de la hospitalización o una atención de emergencia.